La importancia de la autoestima y autoconcepto en los niños

06-4-2020

En los primeros años de vida las relaciones con los demás colaboran mucho de lo que aprendemos también sobre nosotros mismos. Los mensajes que recibimos del entorno son aprendidos como modelos de relación y forman los pilares de las creencias por las que nos moveremos por el mundo a medida que crecemos

 

El autoconcepto se define como el conjunto de atribuciones (ideas, creencias, conocimientos, habilidades, actitudes, y valores) que cada persona tiene sobre sí misma tomando todas estas variables para que la persona defina quién es.

 

En cambio, la autoestima es el valor que la persona se da a sí misma. De manera que una persona puede tener conceptos negativos y positivos de sí mismo y aún así tener una autoestima favorable. 

 

En el día a día, los niños viven una multitud de situaciones que por pequeñas que parezcan son importantes para ellos, por la etapa del desarrollo en la viven, en la que son más sensibles a todo tipo de contactos y relaciones. Esta sensibilidad es algo positivo ya que es el la principal herramienta con la que recogen y aprenden del ambiente.

Gracias a su sensibilidad, los niños perciben el afecto y la ausencia del mismo, y aprenden tanto de los que se les dice como de lo que no se les dice, observando la acción.

 

Si en los adultos se considera importante conocer la estima y la imagen que cada uno se tiene a si mismo, aun lo es más en aquellas etapas de la vida en la que una persona se está formando y desarrollando. Todo esto es considerado importante y determinará la actitud que un individuo tiene hacia si mismo y hacia los demás, el bienestar psicológico y el desarrollo vital adaptativo (Roa, 2013)

Algo importante a tener en cuenta a la hora de que los niños y niñas desarrollen seguridad y confianza en las relaciones, es que los padres también son un modelo de lo mismo.

 

Pautas para fomentar una alta autoestima en los niños:

 

Escucha activa. Es importante que el niño sienta que es atendido por sus padres o cuidadores, que se interesan por sus inquietudes. Debemos tener en cuenta tanto sus dudas como sus opiniones, lo que dice y lo que siente, que se haga de manera empática, utilizando frases como “comprendo lo que dices”, sin olvidar el lenguaje no verbal, mantener la mirada hacia el niño, gesticular, etc.

 

Reforzar positivamente al niño. Si bien a medida que el niño va creciendo debemos exigirle cada vez más para que se convierta en una persona autónoma, no debemos incurrir en la exigencia desmesurada. En cualquier proceso de aprendizaje es importante ir reforzando los pequeños logros mediante elogios para que el niño sienta que va adquiriendo competencias. Invitar al niño a que tome decisiones por sí mismo.

 

Evitar que el niño se sienta culpable. Debemos enseñarle que tanto adultos como niños nos equivocamos y que el sentimiento de culpabilidad es algo que debemos superar aprendiendo de nuestros errores.

 

Además de estas pautas, Goleman considera importante la percepción del otro o empatía, ya que se desarrolla mediante la comunicación emocional cuando las personas se relacionan.