Tradicionalmente, cuando las personas se encuentran con la palabra psicoterapia la asocian con el tratamiento de cualquier tipo de alteración o enfermedad psicológica. Pero nada más lejos de la realidad. La psicoterapia, además de tratar trastornos psicológicos, también sirve para sentirse mejor en el día a día.
Aunque el concepto terapia es un término muy amplio, en este caso nos referimos a ella como el proceso o conjunto de técnicas que permiten a la persona modificar y mejorar aquellos pensamientos, sentimientos o conductas que puedan ocasionar el más mínimo malestar o preocupación en la persona.
Se trata de una comunicación bidireccional: la persona puede comprender el entorno que le rodea para, así, comenzar a actuar en él. Por otra parte, el terapeuta comprende la perspectiva de la persona, medita sobre ella y ofrecer pautas para para que el paciente pueda entenderse a si mismo.
Existen mucho tipos de terapias que nos ayudan a mejorar y potenciar nuestro estado de salud psicológica general, permitiendo a las personas vivir una vida satisfactoria y agradable. Gracias a los beneficios de la psicoterapia, tanto las personas que padecen una afección psicológica como las que no, pueden funcionar eficazmente en interacción con el medio que les rodea, mejorar sus relaciones sociales y familiares y potenciar sus habilidades de trabajo.
10 BENEFICIOS DE LA PSICOTERAPIA
1. Ayuda a manejar nuestras emociones
La psicoterapia puede ayudarnos a manejar nuestras emociones de manera eficaz y satisfactoria. De la misma manera, puede ofrecernos herramientas para enfrentarnos a las dificultades o problemas, así como al estrés del día a día.
En las sesiones de psicoterapia la persona puede aprender a técnicas de resolución de problemas, así como adoptar posturas ante la vida que le ayuden a superar el estrés, la ansiedad o las posibles frustraciones y preocupaciones diarias.
No es necesario que tenga que ocurrir un gran acontecimiento o un suceso traumático para beneficiarse de la psicoterapia. Hablar con un profesional puede ayudarnos a obtener retroalimentación acerca de nuestros sentimientos y emociones, y saber como estas afectan a nuestra vida cotidiana.
2. Analizar problemas y encontrar soluciones
Mediante la psicoterapia podemos desarrollar estrategias efectivas para manejar las dificultades diarias a las que nos podamos encontrar. Definir los problemas, preocupaciones o dificultades, contextualizarlas, analizarlas y trazar un plan de acción son algunas de las tareas que podemos realizar en psicoterapia.
3. Motivarnos para conseguir nuestros objetivos
En ocasiones nos planteamos una serie de metas en nuestras vidas, ya sean personales o profesionales, pero no conseguimos reunir la fuerza suficiente para cumplirlas, nos bloqueamos, nos autosaboteamos o dejamos que el temor nos paralice.
Con la ayuda de un profesional en psicología, podemos superar estos bloqueos que suelen ocurrir cuando nos enfrentamos un desafío.
4. Encontrar un sentido a lo que hacemos
Este punto está íntimamente relacionado con el anterior. Cuando hablamos con nuestro terapeuta podemos poner en énfasis aquello por lo que luchamos. Podemos dar sentido a nuestra vida, trabajando hacia un objetivo y reforzar nuestra confianza.
5. Profundizar en nosotros mismos
El ritmo de vida actual nos impide profundizar en nosotros mismos, reflexionar en cómo nos sentimos o en si nos sentimos bien con lo que nos rodea. Es decir, pasamos por la vida de manera superficial, puesto que esto parece siempre la opción más fácil.
Sin embargo, con esto lo único que conseguimos es favorecer el desgaste psicológico. Con la psicoterapia podemos ahondar en nuestros pensamientos y creencias, en nuestras experiencias e identificar nuestros sentimientos y conocernos mucho mejor a nosotros mismos.
6. Desarrollar habilidades como la empatía
Conocernos mejor a nosotros mismos, comprender nuestros problemas y nuestras situaciones personales nos facilita la tarea a la hora de desarrollar actitudes empáticas con el resto.
Cuándo comprendemos porqué nos sentimos de una manera u otra podemos comprender también cómo se sienten los demás y nos ayuda a ponernos en su lugar. Eso, a grandes rasgos, es lo que se conoce como empatía.
7. Aprender a escuchar
Cuando una persona pasa mucho tiempo con alguien que le escucha activamente, como lo hace un picotera, esa misma persona a menudo desarrolla y potencia su capacidad para escuchar.
Una persona que acude a terapia conoce lo bien que sienta ser escuchado y es mucho más probable que lo repliquen en otros. Además, tras algunas sesiones de psicoterapia, por efecto del modelado, la persona habrá aprendido a escuchar activamente y podrá realizar esta escucha activa con otros.
8. Mejora nuestras relaciones con los demás
Si al desarrollo de habilidades sociales y al aprendizaje de la escucha activa sumamos el sentirnos mejor con nosotros mismos y con nuestra vida, tendremos también como resultado una mejora en nuestra relación con los demás.
Mediante las sesiones de psicoterapia podremos fortalecer nuestras relaciones con familiares, amigos y, por lo tanto, mejorar nuestra vida social. No olvidemos que las personas somos animales sociales y todos necesitamos, en mayor o menor medida, interactuar positivamente con las personas que nos rodean.
9. Ayudar al resto por contagio
Resulta muy habitual en psicoterapia que las personas acudan a una cita porque han visto resultados en un familiar o amigo. Se sienten intrigados al ver las mejoras que perciben en otros y quieren intentarlo por ellos mismos.
10. En definitiva: aumentar nuestra calidad de vida
Si unimos todos los puntos anteriores obtendremos como resultado una mejora en nuestra calidad de vida y un aumento de nuestra satisfacción general; lo que se traduce en una plena salud psicológica.