La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el estrés como «el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan a nuestro organismo para la acción«… pero ¿qué ocurre si sometemos a nuestro cuerpo durante mucho tiempo a este nivel de actividad?, ¿cuáles son las consecuencias a largo plazo de este esfuerzo mantenido en el tiempo?
Veamos a continuación cuál es la relación del estrés con la posible aparición de enfermedades físicas.
AFECTACIÓN DEL SISTEMA ENDOCRINO
Como sabemos, nuestro sistema endocrino es el encargado, a grandes rasgos, de regular y controlar todos los procesos hormonales que tienen lugar en nuestro cuerpo. Para llevar a cabo su función es necesario que se coordine con el sistema nervioso. Cuando se genera una situación de estrés, las glándulas y hormonas que participan con mayor intensidad son:
La glándula pituitaria (hipófisis).
La glándula suprarrenal.
La glándula tiroide.
DISMINUYE LA ACTIVIDAD DEL SISTEMA INMUNITARIO
El estrés será causante del aumento de la secreción de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales y también afecta a nuestro sistema inmune, ya que producirá cambios en los leucocitos que son los encargados de luchar contra potenciales enfermedades. Además también puede frenar la secreción y funcionamiento de las citoquinas (conjunto de proteínas que regulan las interacciones de las células del sistema inmune)lo que se traduce a nivel físico en una mayor probabilidad de resfriados, mayor dificultad para dormirse, menor resistencia a las infecciones, etc.
ESTRÉS Y SISTEMA CARDIOVASCULAR
La relación entre el sistema cardiovascular y el estrés viene mediada por el Sistema Nervioso Simpático. La activación de este último, que traerá consigo diferentes cambios en el funcionamiento normal:
Aumento de la frecuencia cardíaca y constricción de las arterias principales, aumento de la presión arterial y disminución del aporte sanguíneo al tracto digestivo, la piel y los riñones.
Los cambios en la presión sanguínea deterioran los vasos y arteria, dando lugar a la formación de placas arterioescleróticas que estrechan el paso de la sangre a través de los vasos. Las consecuencias más importantes que se pueden derivar de este proceso son las anginas de pecho o infarto de miocardio, trombos cerebrales o insuficiencia renal
CAMBIOS EN EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA GASTROINTESTINAL
Cerebro e intestino están conectados por el nervio vago, que va desde el tronco hasta el abdomen y, por tanto, parece lógico pensar que cualquier alteración que nos afecte a nivel nervioso tendrá su repercusión en el sistema gastrointestinal. En relación al estrés, se han observado varias alteraciones en el funcionamiento normal:
Reducción de la secreción de ácidos gástricos
Reducción del engrosamiento de las paredes del estómago
Cuando se ha superado la situación de estrés, se suele recuperar la secreción de ácidos, pero puesto que las paredes del estómago se han debilitado es posible que aparezca algún tipo de úlcera gástrica.
Como podemos observar, la relación entre el estrés y la salud física es mucho más estrecha de lo que a priori podemos imaginar. Por tanto, tener las herramientas adecuadas para gestionarlo es una buena forma de tener el control sobre nuestra salud general.