La Psicología Cognitiva es un programa de investigación que se caracteriza por una fuerte tendencia empírica y experimental. En su aparición y desarrollo ha tenido fundamental relevancia lo que se conoce como la “metáfora mente-ordenador” (grosso modo, concebir la mente funcionalmente, es decir, como un dispositivo que recibe, almacena y produce información).
La aparición de los procedimientos cognitivos supuso para los terapeutas la primacía de lo verbal –hablar como método de mejora– y no solamente hacer cosas aplicadas, ejercicios, paseos, exposiciones… La consulta, el despacho el diálogo el argumentar, cobran más importancia.
Se entiende por terapia cognitiva un tipo de intervención psicológica en el ámbito de la terapia, sobre la interacción terapeuta-paciente para dar tratamiento a problemas emocionales, comportamentales o emocionales, que se basa en ayudar a la persona a adoptar esquemas mentales más útiles y que le permitan adaptarse mejor a su día a día.
Las técnicas cognitivas son procedimientos de tratamiento donde el énfasis recae en los procesos cognitivos, que son vistos como causantes de las conductas desadaptativas. Más en concreto, se considera que patrones de pensamiento irracionales o desadaptativos, derivados ordinariamente de una distorsión en la interpretación del medio, llevan al malestar del sujeto y éste es causa de conductas inapropiadas. Gracias a las técnicas se identificarán estas interpretaciones distorsionadas y se reemplazarán por otras más adaptativas con el objetivo final de modificar la conducta desadaptada del sujeto.
Mahoney y Arknoff (1978) establecieron en un artículo fundamental una clasificación de las terapias cognitivas que sigue presente en muchos manuales:
La terapia cognitiva, tal y como fue concebida por Beck, no asume que los pensamientos, las emociones y las creencias son producto del comportamiento humano, y trabaja considerando que una cosa es lo que ocurre en el marco de lo mental, y otra cosa es lo que ocurre objetivamente en nuestra manera de interactuar con el entorno y con los demás.
Por eso, en la terapia cognitiva opera teniendo en cuenta que cada persona tiene su propia red de conceptos relacionados entre sí y que, comportándose como una red o circuito de ideas, ofrece cierta interpretación de los hechos. Estas redes son llamadas esquemas cognitivos, y se construyen a partir de la combinación de las vivencias pasadas y la manera de interpretarlas desde esquemas cognitivos pasados.