La figura, competencias y ámbitos de actuación del Psicólogo Especialista en Psicología Clínica (PEPC) están recogidas en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). Según esta normativa, a diferencia de otros profesionales de la psicología, los Psicólogos Especialistas en Psicología Clínica ostentan competencias plenas para realizar el estudio, la evaluación, el diagnóstico clínico, el tratamiento y la rehabilitación de problemas psicológicos, alteraciones de la personalidad y sobre otros aspectos del psiquismo humano que estén influyendo negativamente sobre la salud de las personas.
La labor general del Psicólogo Clínico es la de ayuda a la adaptación al medio socio-familiar y laboral, aliviar y resolver problemas psicológicos, emocionales, conductuales o preocupaciones personales y hacer desaparecer el malestar que interfiere en la vida diaria de la persona.
Los psicólogos son profesionales especialistas en analizar los problemas que traen a las personas a terapia y los factores que se hallan implicados en los mismos, así mismo, somos conocedores de los Principios de Aprendizaje que están manteniendo el problema y por tanto, podemos ayudar de manera más efectiva a la persona a modificar la situación y superar los problemas o dificultades que le generan malestar.
A partir del supuesto de que tanto la conducta adaptativa (nos ayuda a manejarnos de forma adecuada en nuestro entorno) como la conducta problemática (nos genera malestar y problemas), se aprende siguiendo los mismos principios de aprendizaje, se entiende que la conducta problemática también podrá ser modificada o eliminada, en base a esos mismos principios.
Mediante la terapia psicológica pueden adquirise herramientas, métodos y recursos de afrontamiento más adaptativos, se fomenta el autoconocimiento, la introspección, y se genera la posibilidad de tener un momento y un espacio personal en un entorno de confianza en el que poder expresar y hablar sobre todos los sentimientos. Todo esto se traduce en una mejora de la salud emocional, del estado de ánimo y de las relaciones.
En definitiva, ante todo el psicólogo es un profesional que pone sus conocimientos a disposición de la persona que acude a su consulta, con el fin de ayudarla a resolver un problema. No se trata por tanto de una relación de amistad, pues esto limitaría la objetividad y la capacidad para ayudar, aunque sí se establece una relación de confianza y seguridad (la llamada “relación terapéutica”) que favorece que la persona explique su problema y se ponga en disposición de ser ayudada.
No cabe duda que la Psicología Clínica como disciplina, aporta un saber propio basado en la investigación y en estándares científicos, contribuyendo a la salud mental de los individuos, y siendo el Estado el responsable de capacitar y certificar como profesionales idóneos para esta labor a los psicólogos clínicos.