Entre los objetivos en la terapia para la depresión, están los destinados a trabajar y a producir cambios en estos tres niveles del comportamiento que se han visto afectados (lo que piensa, lo que siente y lo que hace la persona deprimida), para de esta forma romper el círculo vicioso que está en la base de toda depresión. Así: disminuir el estrés, resolver problemas de manera constructiva, cambiar el pensamiento negativo, enfrentar problemas emocionales y obtener el apoyo de familiares y amigos.
Otro objetivo importante para el tratamiento, es la prevención de recaídas. Es preciso trabajar aquellos factores de vulnerabilidad que, junto a la pérdida de reforzadores, han influido en el origen del problema.
La primera parte del tratamiento consiste en hacer una buena evaluación de las circunstancias personales de la persona y hacer un buen diagnóstico, ya que es la base para un buen tratamiento.
La depresión se trata normalmente con psicoterapia desarrollando un método flexible de intervención que emplee as técnicas que más se adapten a la persona , al tipo de depresión que padezca, y al momento del tratamiento en que se apliquen.
La naturaleza y la duración de las sesiones pueden variar según los objetivos fijados: La terapia cognitivo-conductual (TCC) ayuda a identificar, comprender y cambiar los pensamientos negativos para mejorar la salud emocional y el rendimiento ayudando a controlar los pensamientos para hallar soluciones para no perder el control ni dejar que continúe la depresión.
En algunos casos será conveniente complementar la psicoterapia con el tratamiento farmacológico de antidepresivos recetados por un médico. (No hay que olvidar que detrás de este cuadro emocional citado existe un desequilibrio químico centrado básicamente en los niveles de serotonina cerebrales).
En el tratamiento de la depresión, igual que en el resto de los trastornos mentales, es fundamental la colaboración del entorno familiar, dado que en muchas ocasiones el paciente no es consciente de la gravedad del cuadro y es reacio a pedir ayuda. Es la familia, por tanto, quien suele detectar los signos de alarma y quien suele convencer al paciente para que pida ayuda a un profesional.
En definitiva, tener el apoyo necesario de familiares, amigos, colegas y grupos de apoyo puede ayudar a superar una tristeza pasajera, pero si sientes depresión y tristeza persistente, debes tomar tu estado en serio y obtener la ayuda profesional y el cuidado que necesitas.