La violencia contra las mujeres es una problemática universal y puede incluir abuso físico, sexual, psicológico o económico, sin importar edad, raza, cultura, riqueza o geografía. Sucede en el hogar, en la escuela, en el trabajo, durante conflictos y crisis.
La violencia física está ampliamente identificada, documentada, investigada y su prevención es ampliamente difundida, sin embargo la violencia emocional aun no tan fácil de distinguir por las víctimas porque no solo conlleva conductas obvias como los insultos o las amenazas; sino también, conductas más sutiles. En la violencia emocional no hay huellas físicas, moretones ni heridas que sangran, sin embargo, el dolor emocional es mucho más profundo.
Conocida como abuso emocional o psicológico, se define como: acción intencional que resulta exitosa si reduce el autoconcepto y autoestima de la víctima. Se manifiesta en conductas repetitivas, que no involucran daño físico, pero sirven para reducir el estatus de la víctima a fin de que se rinda fácilmente al controlador.
El aspecto más importante del abuso psicológico hacia las mujeres por parte de sus parejas, es la habilidad de usar como arma el conocimiento íntimo de las debilidades de la mujer.
¿CÓMO SE MANIFIESTA EL ABUSO PSICOLÓGICO?
• Culpabilizar
• Humillar
• Degradar
• Nulificar
• Descalificar
• Controlar
• Distanciarse emocionalmente
• Dominar
• Controlar
• Juzgar
• Criticar
• Demandas o expectativas poco razonables
• Aislar de la familia y amistades.
Algunas de las formas de manifestación más sutiles son:
• Desaprobación
• Acusaciones
• Negarse a brindar muestras de afecto
• No prestar atención
• Amenazas leves de abandono (físico o emocional)
• Hacer comentarios despectivos
• Burlarse
• Ignorar las necesidades de la pareja o hacerla sentir inferior.
EFECTOS DE LA VIOLENCIA EN LA SALUD DE LA MUJER
Investigaciones realizadas en mujeres que han sido víctimas de violencia han encontrado que el trauma provocado por la agresión es un problema serio con profundos efectos en la salud de la mujer, dada la diversidad y complejidad de las respuestas de las mujeres a esta experiencia traumática.
La mayoría de las mujeres abusadas físicamente que han participado en estudios reportan que el abuso psicológico fue una experiencia más negativa que el abuso físico mismo.
Varios investigadores han encontraron que la violencia por parte de la pareja influye en el nivel de sufrimiento psicológico de las mujeres y tienen un efecto negativo en sus creencias acerca de su propio matrimonio y de sus familias, que se asocian fuertemente al nivel de angustia que sienten.
Estados de ánimo depresivos
• Visión negativa hacia la vida
• Falta de motivación
• Pérdida de confianza en sí mismas
• Ansiedad
• Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
• Baja autoestima
• Autoconcepto negativo
• Autoculparse
• Sentimientos de desesperanza
• Actitudes autodestructivas
• Temor ante personas o situaciones que les recuerden el daño emocional del pasado
• Depresión postparto
• Trastornos por estrés postraumático
• Adicciones
• Aislamiento social
• Incapacidad para establecer intimidad en sus relaciones amorosas posteriores.
Los estudios revelan que la violencia afecta negativamente la salud física de la mujer a lo largo de su vida, provocando padecimientos como los siguientes:
• Dolor crónico en pelvis
• Trastornos gastrointestinales
• Trastornos respiratorios
• Dolor de espalda baja
• Dolor de cabeza crónico
• Enfermedades sexualmente transmitidas
• Deterioro del sistema inmunológico
• En general, una salud física débil.
Las mujeres que son víctimas de cualquier tipo de violencia son más propensas a tener sobrepeso, manejar intoxicadas, tener sexo sin protección, consumir drogas y alcohol, automutilarse, al suicidio y a padecer desórdenes de la alimentación que aumentan el riesgo de mayores problemas de su salud física.
¿QUÉ HACER SI ES VÍCTIMA DE VIOLENCIA EMOCIONAL?
Las víctimas pueden sentirse solas y vulnerables en un mundo hostil lo cual merma su bienestar psicológico. La confianza en sí mismas disminuye, lo que les impide alcanzar sus objetivos y una realización personal o profesional.
La terapia cognitivo conductual por medio de un profesional de la salud mental es una excelente alternativa para tratar los efectos de la violencia en la salud física y psicológica a través del cambio de creencias acerca de sí mismas, su rol como pareja, los demás y el mundo, se les apoya con pautas en la resolución de problemas y para aprender a comunicarse asertivamente para fijar límites y detener al abuso.